«Lo real es invisible a los ojos», tal vez esta frase te suene conocida y de manera inconsciente las relaciones con un librito llamado El Principito. Sin embargo, esta frase realmente no tiene mucho que ver con ese maravilloso librito en esa obra, el autor quería decir que lo esencial es invisible a los ojos, refiriéndose a las cosas que realmente valen la pena en nuestra vida: cómo el amor, la amistad, la confianza, etc…
Sin embargo, cuando digo que lo real es invisible a los ojos, me estoy refiriendo a algo mucho más profundo. En realidad, solamente las cosas que tienen un principio pueden tener un final, todo aquello que tiene un comienzo tiene un final. Pero en realidad ninguna cosa comienza ni ninguna cosa termina. En realidad, todo en este universo es transformación. Debemos recordar la famosa ley, «Nada en este universo se crea o se destruye, sólo se transforma».
Por lo tanto, no podemos hablar de un origen. Científicos y miles de personas a lo largo de la historia han tratado de entender el principio del universo, el principio del tiempo. Y sin embargo, pareciera que todos olvidan esta maravillosa ley, nada en este universo se crea ni se destruye… solo se transforma.
Por lo tanto, todo aquello que percibes con tus ojos, todo aquello que observas, es simplemente un fenómeno, una transición, un proceso. Nada realmente puede destruirse, nada realmente puede crearse, la energía, las fuerzas pueden transformar, los objetos pueden transformar la energía, pueden transformar las circunstancias. De la misma manera, tú puedes transformarte a ti mismo de manera consciente o de manera inconsciente.
Pero nada en este universo puede haberse creado de la nada. La palabra nada como tal constituye un gran problema para nuestra percepción racional, palabras como infinito, siempre y nada son imposibles de entender a través de la mente racional. La frase que quiero compartirte es la siguiente en su faceta completa «Lo real es invisible a los ojos, pero evidente para el corazón» y en cierta manera, digamos que estoy parafraseando esa frase que viene en el libro del Principito, pero llevándola a un nivel mucho más profundo.
Y esto es que todo en este universo, todos los fenómenos, todo lo que observas en realidad es una ilusión. Lo único que realmente existe es el ser. Y el ser como tal no puede ser visto a través de los sentidos, no puede ser percibido a través de los sentidos. El ser como tal solamente puede sentirse. Y es por esto que las grandes verdades espirituales nos llegan a través de la razón, nos llegan a través de un entendimiento racional, llegan a través del sentimiento. Cuando aprendemos a conectar con lo profundo de nuestro ser, entonces podemos sentirlo.
Es por esto mismo que todos los antiguos decían que de la verdad no se puede hablar, porque una vez que hablas de la verdad ya la has desintegrado. Y es precisamente de lo que se trata esto que te estoy diciendo. El ser esencial, lo que realmente existe, no puede ser pronunciado. Espero que entiendas la profundidad de esto que te estoy compartiendo, porque créeme que en verdad es algo muy, muy profundo. Esto significa que tu ser esencial existe más allá del tiempo y el espacio existe más allá de las formas
En este momento, como ser consciente de sí mismo, estás leyendo estas palabras que resuenan en tu interior, al final solamente soy un espejo en el cual estás reflejándote, todo en esta existencia es tan solo un espejo en el cual tu ser real se está reflejando. En pocas palabras, el ser real ha creado una copia que en realidad se ha convertido en millones y millones de copias de sí mismo en diferentes formas.
Y esta es la gran ley del Uno. Todos en realidad somos el mismo ser. Pero es algo que a través del intelecto o la razón no podemos comprender, solamente podemos sentirlo… y exactamente eso es la conciencia. La conciencia como tal no es solamente la capacidad de ser consciente, hablar de conciencia es hablar del ser. Probablemente hayas escuchado la palabra conciencia y la entiendas como la conciencia del bien y del mal, hacer lo correcto, ser consciente de tus actos.
Pero realmente cuando hablamos de filosofía, cuando hablamos de este tipo de temas, no nos estamos refiriendo a eso, nos estamos refiriendo al ser en sí mismo.
Es por este motivo que utilizo muchas veces la palabra conciencia, porque estoy hablando del ser en sí mismo. Y si lo comprendes, podrás entender que tú eres conciencia, es conciencia pura, la capacidad de percibirte a ti mismo reflejado en el espejo del mundo. Es por esto mismo que todo lo que tú pienses o opines de otros es tan solo un reflejo de ti mismo.
Esta es la gran enseñanza, es por esto mismo que la imagen o el símbolo del ser esencial también es la flor de loto que permanece pura y que crece en el pantano. En el fondo todos los seres somos puros y somos perfectos. Como lo dice una gran enseñanza de la India el ser es perfecto y sólo de lo perfecto pueden hacerlo perfecto.
Si a lo perfecto le quitas lo imperfecto, solo queda lo perfecto… todas las percepciones que podamos tener sobre el dolor, el sufrimiento, el error, lo maligno, son tan solo deformaciones del ser esencial, ilusiones de nuestra percepción atrapada en el espejo del mundo. La única manera de salir del espejismo del mundo es comenzar a ver dentro de ti, por eso mismo, Carl Gustav Jung decía «Quién ve hacia adentro despierta, quien ve hacia afuera sueña»