Esta, la tercera entrega de la serie en la que Carlos Castaneda describe las enseñanzas de don Juan Matus, es considerada por muchos de los lectores de la tetralogía como la más valiosa. Aquí, el autor retoma desde sus inicios las conversaciones con el brujo yaqui, figura central de la narración, y se desprende de los alucinógenos y psicotrópicos como único medio para acceder a realidades distintas: se deja conducir hacia otras formas de percepción sin necesidad de consumir sustancia alguna. Esta vez, el centro de la trama se desplaza a la revelación del hombre occidental, quien, libre, natural y en armonía con la esencia de las cosas, alcanzará el estado místico del guerrero. Pero esta transición sólo sucederá después de superar arduos momentos de rebeldía, escepticismo y arrepentimiento. Este Viaje a Ixtlán es una lectura esencial para todo aquel que se cuestione sobre el misterio del universo y que busque un aprendizaje profundo sobre cómo convertirse en cazador.