En 2017 ocurrió un evento sin precedentes en la astronomía, LIGO (Laser-Interferometer Gravitational Wave Observatory) y Virgo detectaron ondas gravitacionales provenientes de la fusión de dos estrellas de neutrones. Llamaron a esa señal GW170817. Dos segundos después de detectarlo, el satélite Fermi de la NASA detectó un estallido de rayos gamma (GRB) que se denominó GRB170817A. En cuestión de minutos, telescopios y observatorios de todo el mundo se concentraron en el evento.
El telescopio espacial Hubble desempeñó un papel en esta detección histórica de la fusión de dos estrellas de neutrones. A partir de diciembre de 2017, el Hubble detectó la luz visible de esta fusión y, durante el año y medio siguiente, giró su potente espejo hacia el mismo lugar más de 10 veces. ¿El resultado? La imagen más profunda del resplandor de este evento, y una repleta de detalles científicos.
¿Cuál es el origen de una kilonova?
La colisión de dos estrellas de neutrones dan nacimiento a una kilonova. Generalmente estas colosales fenómenos cósmicos son causados cuando dos estrellas de neutrones se fusionan así, o cuando una estrella de neutrones y un agujero negro se fusionan. Una kilonova es aproximadamente 1000 veces más brillante que una nova clásica, que ocurre en un sistema estelar binario cuando una enana blanca y su compañera se fusionan. El brillo extremo de una kilonova es causado por los elementos pesados que se forman después de la fusión, incluido el oro.
La fusión creó un chorro de material que viajaba casi a la velocidad de la luz, lo que dificultaba ver el resplandor. Aunque el chorro que se estrelló contra el material circundante es lo que hizo que la fusión fuera tan brillante y fácil de ver, también oscureció el resplandor del evento. Para ver el resplandor, los astrofísicos tuvieron que ser pacientes.
El 17 de agosto de 2017, el Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser (LIGO) y el Interferómetro de Virgo detectaron ondas gravitacionales de la colisión entre dos estrellas de neutrones. En 12 horas, los observatorios identificaron la fuente del evento dentro de la galaxia lenticular NGC 4993, que se muestra en esta imagen recopilada con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA. La llamarada estelar asociada, una kilonova, es claramente visible en las observaciones del Hubble.
Esta es la primera vez que se observa la contrapartida óptica de un evento de ondas gravitacionales. Hubble observó que la kilonova se desvanecía gradualmente en el transcurso de seis días, como se muestra en estas observaciones tomadas entre el 22 y el 28 de agosto (recuadros). Crédito: NASA y ESA. Reconocimiento: AJ Levan (U. Warwick), NR Tanvir (U. Leicester) y A. Fruchter y O. Fox (STScI)